Crean zapatos reciclables y también los materiales para fabricarlos. Rara vez los diseñadores tienen tanto conocimiento sobre los materiales que están trabajando como ocurre en este caso con el ingeniero de materiales Bruno Truong. El mismo diseñador cuenta que llegó a un punto profesional en que comenzó a plantearse una serie de cuestionamientos sobre el vínculo entre las profesiones y la dirección hacia la que se dirigen los resultados de los trabajos cuando se realizan para industrias multinacionales. A partir de ese punto de inflexión comenzó a explorar qué pasaría si el diseñador fuese capaz no sólo de crear objetos, sino también los materiales mismos.
El diseñador explica que la producción de materiales de micro y nanoescala, llamados metamateriales, es una tarea llevada a cabo por los laboratorios de investigación de todo el mundo. Sin embargo lo que está considerado como un gran logro a los ojos de un científico, por lo general se convierte en otra larguísima novela cuando lo toman los diseñadores para convertirlo en productos tecnológicos de consumo masivo..
Truong, con la ayuda de los expertos en materiales Justin Dirrenberger (ENSAM), Benoit Roman (ESPCI) de París, y Corentin Coulais (Universidad de Leiden) de los Países Bajos llevó a cabo un proyecto de investigación de amplio alcance que explora los meta-materiales a través de una lente orientada el diseño de productos. Los experimentos condujeron a la creación de muchas muestras interesantes que tienen un comportamiento mecánico similar a la de espumas de poliuretano sin ser en realidad espumas, las estructuras blandas se fabrican utilizando el típico modelado por deposición fundida – el único proceso aditivo que puede imprimir celdas cerradas.
Para demostrar la potencialidad práctica del material Truong codiseñó un zapato con la ayuda de deportólogos. El objeto elegido era la opción más obvia, dada su necesidad de verificar las propiedades elásticas y disipativas en puntos muy específicos bajo los pies. Varias piezas fueran impresas en 3D para formar la zapatilla.
La zapatilla fue diseñada de tal modo que cada capa no esté pegada a la anterior para que puedan separarse facilmente, lo que permite eficientizar la reciclabilidad del calzado. En consecuencia, cada parte individual es desmontable. Las piezas para los talones y dedos de los pies se mantienen separadas y están conectados a la suela por una tercera pieza que son los cordones y abrazaderas que pasan por debajo de los pies. Por último, un calcetín especial equipado específicamente para los zapatos vincula todas las piezas entre si. Como resultado de ello, la estructura interna de la suela es invisible y altamente funcional.