EMPIEZA EL CURSO CLAVES PARA DETECTAR EL ACOSO ESCOLAR

CLAVES PARA DETECTAR EL ACOSO ESCOLAR

Desgraciadamente esta de moda, en la televisión, carteles, anuncios, por todas partes el acoso escolar se ha vuelto un mensaje de primera necesidad para denunciar practicas bochornosas de moobing y que en realidad han estado ahí toda la vida, pero ahora si se habla de ello con mas libertad.

¿porque? pues porque el acoso escolar va en aumento.

Olvidémonos de que siempre ha existido porque los tiempos son diferentes y el hecho de las tecnologías móviles ha incrementado este tanto en número, como en intensidad.

Os ofrecemos las claves para detectar el acoso y las medidas a tomar una vez detectado.

El acoso escolar es un problema real que no es fácil de detectar. Los adultos que rodean al menor pueden no darse cuenta o quitar importancia a la situación porque “son cosas de niños”.

El acoso es cualquier tipo de agresión psicológica o física reiterada en el tiempo.

Una de sus principales características es el desequilibrio de poder: la víctima está sola frente a los agresores y observadores.

Cualquiera puede ser víctima del acoso escolar; lo que tienen en común los que lo sufren es que intentan mantenerlo en secreto.

Puede que el menor sienta vergüenza, piense que no le van a creer o que la situación va a empeorar si lo cuenta.

Por eso es muy importante que los padres estemos atentos a lo que les sucede a nuestros hijos y conozcamos las claves que nos ayudarán a detectar el acoso escolar.

Claves para detectar el acoso escolar

1.Cambios en la conducta del niño: Nuestro hijo está más triste que de costumbre, llora a menudo sin una explicación, se muestra más irritable y violento o contesta mal. Deja de hablar en casa sobre el colegio y responde a nuestras preguntas con evasivas.

2.Síntomas psicosomáticos: El niño empieza a sufrir mareos, dolores de tripa o de cabeza sin causa médica. Está bien durante el fin de semana y empieza a encontrarse mal el domingo por la tarde.

3.Rechazo continuado al colegio: El menor no quiere ir al colegio o se muestra nervioso cuando tiene que hacerlo. Si se trata de un adolescente, aumenta el número injustificado de faltas al instituto y es incapaz de explicar dónde estuvo, con quién o por qué lo hizo.

4.Cambios en hábitos alimenticios y trastornos del sueño: El niño pierde el apetito, tiene dificultades para conciliar el sueño o sufre pesadillas continuadas.

5.Cambios en el rendimiento escolar: Sus calificaciones bajan, se olvida de hacer los trabajos o las tareas. No muestra interés por sus estudios y le cuesta concentrarse o prestar atención.

6.Problemas para relacionarse: Deja de relacionarse con sus amigos, no quiere ir a las excursiones, abandona sus aficiones y su círculo social se reduce a la familia.

7.Problemas con el material escolar: Se le rompe o se le pierde de manera continuada el material escolar y no es capaz de dar una explicación convincente.

Consejos para prevenir o corregir el acoso escolar

Lo primero que hay que hacer es comunicar el hecho al centro educativo para que tenga constancia de la situación y busque una solución para cortar el círculo vicioso del acoso.

Esta comunicación se puede realizar tanto por parte del alumno afectado o sus padres, como incluso por los propios profesores.

A parte de la intervención terapéutica, tanto sobre el menor acosado como sobre el acosador, la medida más eficaz para romper este círculo vicioso del acoso, es la separación de acosado y acosador con un cambio de clase o de centro educativo.

Sin embargo, es fundamental realizar una intervención terapéutica sobre el acosador, ya que si no se hace nada al respecto, buscará a otro chivo espiratorio sobre el que iniciar una nueva cadena de abusos.

Consejos para los padres de la víctima de acoso escolar

En el caso de que los padres aprecien cambios en su hijo, o le noten triste o preocupado, pero todavía desconozcan la existencia de la situación de acoso, se aconseja lo siguiente:

Deben de escuchar a su hijo sin juzgarlo; si el menor viene a casa diciendo que se ha peleado o que le han pegado, no tienen que recriminarle por ello ya que, si lo hacen, la próxima vez no dirá nada.

Es conveniente que de vez en cuando le pregunten sobre sus relaciones en la escuela, y no sólo sobre la evolución de sus calificaciones, de forma que puedan detectar si tiene alguna dificultad en sus relaciones con sus compañeros.

Es aconsejable hablar periódicamente con el profesor o tutor del pequeño, para interesarse sobre cómo van sus estudios, pero también informarse sobre qué tal le va con el resto de sus compañeros.

Una vez que se detecta que algo no va bien, hay que tratar de hablar con el niño, con el tutor o con el profesor, de forma que se esclarezca la situación.

Cuando ya se conoce que existe acoso, las medidas que deben adoptar los padres son:

  • No minimizar ni menospreciar los percances que su hijo pueda sufrir en la escuela, pensando que es una chiquillada, o que con el tiempo se resolverá espontáneamente.
  • Tratar de proteger al menor de las situaciones en donde se produzca el acoso, por ejemplo de vuelta a casa, recogiéndole a la salida de la escuela.
  • Hacer que el niño se sienta cómodo, de forma que pueda comentar siempre que quiera o lo necesite, tanto lo que le pasa, como lo que le hace sentir, ya que es en este segundo aspecto donde se puede intervenir.
  • Prosanar que el pequeño no pierda el curso, ayudándole si es necesario con clases particulares, ya que ver cómo los demás progresan y él no, iría en contra de su autoestima.
  • Llevarle a un orientador o psicólogo para que reciba ayuda terapéutica, no con la idea de que el menor tiene un trastorno psicológico, sino precisamente para evitar que lo pueda desarrollar en un futuro debido a la situación que se ve obligado a sufrir.

Los amigos del acosado también pueden ayudar:

  • Deben prosanar, si son testigos de algún tipo de agresividad, comunicarlo a un adulto inmediatamente, para que éste pueda intervenir al respecto.
  • No se hace ningún bien ayudando al amigo acosado a ocultarlo, ya que con esta actitud aumenta el sentimiento de impunidad del acosador.
  • No es preciso enfrentarse al acosador, pues este comportamiento, lejos de solucionar el problema, puede provocar que se meta con su víctima con más ganas todavía.
  • Intentar no dejar sólo al amigo acosado en aquellas circunstancias en que se produce la agresión, ya que es más difícil que el acosador arremeta contra dos o tres personas a la vez.
  • Tratar de que el amigo acosado no se encierre en sí mismo, e intentar que tenga momentos de esparcimiento en los que se encuentre a gusto y se libere de las tensiones provocadas por el acoso.
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